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SIENTO


¿CÓMO ESTÁS?

CÓMO TE SIENTES?

Te estoy preguntando, sí, a tí.

Vamos, … de nuevo…¿Cómo te sientes? Anda, párate unos segundos, cierra los ojos y escucha-te. ¿Cómo te sientes? Y pon una palabra que no sea “bien” o “mal”. Otra vez: ¿Cómo te sientes? Valen respuestas como: harto, cansada, feliz, tranquila, inquieto, enfadada, triste, agobiado, entusiasmada…


¿Te das cuenta de cuánto nos cuesta parar a escucharnos? Nos pasamos el día en una vorágine de acción, de información, de pensamiento…. Sentir. Se nos olvida escuchar nuestro sentir. O tal vez no nos apetece darnos cuenta de que estamos enfadados, o tristes, o hartas, … porque una vez que me doy cuenta, …. ¿qué hago con lo que estoy sintiendo?


Solemos dividir nuestras emociones en positivas: alegría, paz, tranquilidad, entusiasmo… y negativas: enfado, ira, tristeza, … Y tendemos hacia las positivas intentando eliminar las negativas. A nadie nos gusta sentir enfado… ¿de verdad? Pues te diré que nos pasamos un montón de tiempo de nuestra vida enfadados sin darnos ni cuenta… porque no atendemos a ese enfado. Es como cuando dejamos la suciedad debajo de la alfombra o cuando de niños nos tapamos los ojos en ese juego infantil “no estoy”. Pues SI, sí que estás. Está el enfado, la tristeza, la rabia… ... Lo que ocurre es que si no lo percibo no “he de hacer algo”.


Bueno, pues acabamos de “sacar” nuestra emoción. Ahora te pido que “la acojas”. Acogerla es simplemente sentirla. Es lo más fácil y lo más difícil al mismo tiempo. Sentirla es permitirle ser, dejar de pelear con ella. Consiste simplemente en “dejar de hacer”: dejar de enjuiciarla como buena o mala, dejar de empujarla para que se vaya porque ya lleva mucho tiempo y he de hacer otra cosa, dejar de ocultarla porque no me gusta, porque es incómoda, dejar de criticarla-criticarme por estar con ella… Vamos, simplemente date permiso para sentir lo que sientes ... deja que esa emoción se exprese dentro de ti e incluso que salga: llora, baila, ríe, empuja, estruja (un cojín – no te hagas daño-)…


Y simplemente vive… Siento lo que siento… es como decirme soy lo que soy, … vivo lo que vivo… es como decirme: “está bien ser quien soy”… me permito ser quien soy, me permito sentir lo que siento…

Estamos empezando a aceptar. Y ese es el comienzo del poder. ¡Vamos!, ya sé lo que siento, ... y ahora… Ahora empodérate de ello. Recuerda: yo soy quien siento, esto es mío, viene de mi mundo interno y no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo fuera. Esta es mi manera individual y única de expresarme ante eso que está ocurriendo. Esta es mi respuesta a esa situación. Y está bien. Repito: única. Y me hago cargo de ella. Yo me enfado. Yo me alegro. Yo me entristezco. Dejo fuera el tú/ésto me enfada. Tú/aquello me alegra. Tú/eso me entristece.


Y una vez que me hago cargo de ello, que me convierto en el generador consciente de mi mundo, de mis emociones… éstas empiezan a evolucionar y a hablarme. Me hablan de mí. De cómo proceso lo que vivo. De mis creencias más íntimas, más básicas… de mis valores, … y ahí, justo ahí, aparece una fuerza de vida que me empuja hacia delante. Ya no hay víctimas, hay responsables. Ya no hay muertos vivientes, hay seres vivientes.


Te estoy invitando a un viaje para valientes. Es un nuevo viaje que comienza cuando comenzamos a sentir nuestra vida. Algo nuevo surge cuando me escucho, me atiendo y me hago caso… te animo a probarlo…

Hay un Ser siendo, potente, poderoso, animado, viviendo una vida que merece ser vivida: La tuya.

M.Amparo Tatay Herranz

OASIS

PSICOLOGÍA Y DESARROLLO PERSONA

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