Sobre manejar el enfado del otro
¿Qué pasa, qué siento yo cuando el otro se enfada?.
Cuando el otro se enfada, habitualmente reaccionamos de manera automática separándonos de él, luchando contra una emoción que nos resulta molesta, invasiva, realmente desagradable.
Te propongo que utilices el enfado del otro como la señal para darte la vuelta hacia ti mismo y tomar conciencia de cómo te sientes, en lugar de situar tu atención en lo que le ocurre al otro. Es el momento para darte cuenta de si te sientes responsable, o culpable por su enfado, y si luchas contra su emoción porque piensas que no debería enfadarse. Puede que incluso te estés enfadando porque se ha enfado…. Todo esto ocurre tan rápido, que ni siquiera te habías dado cuenta…
Si escuchas tu pensamiento quizás oigas algo así como: ¿pienso que está desconfiando de mi amor?, ¿que no tiene motivos para estar enfadado?, ¿qué no entiendo nada.
Al tomar conciencia de todo esto, puedes hacer algo nuevo, que es cuestionarlo.
¿Y si veo su enfado como una demanda de amor?. ¿Y si utilizo su enfado para entrar en el amor que siento por él, el amor que nos une?. Habría conseguido recordarme y darle estabilidad a nuestra relación en lugar de unirme a su malestar.
Aunque el otro ha entrado en enfado, yo no tengo porqué unirme a su enfado. Y puedo conseguirlo si así lo decido, pues es justo el momento en que me está demandando que le recuerde que él es amor. Es el momento justo en el que me está pidiendo que le recuerde que yo soy amor. Es el momento justo para no separarme de él. Es el momento para sonreír desde dentro de mi corazón y recordarme que todo esto es una ilusión, que no tiene sentido, que es imposible que deje de amarle, porque es imposible que deje de ser yo quien soy: amor en expresión.